OCDE recorta levemente pronóstico para el PIB global este año de la mano de fuerte rebaja a EEUU
El organismo espera que la economía mundial crezca 5,7% en 2021 y 4,5% en 2022. Aunque dice que las expectativas de inflación aún están ancladas, advierte los riesgos a corto plazo están al alza.
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El fuerte apoyo político, el eficaz despliegue de las campañas de vacunación contra el Covid y la reanudación de muchas actividades económicas han llevado al crecimiento mundial a recuperarse este año. El Producto Interno Bruto (PIB) global ha superado su nivel prepandémico y según la OCDE el alza de este año sería de 5,7%.
Pero el organismo también advierte que las brechas de producción y empleo siguen presentes en muchos países, sobre todo en mercados emergentes y en desarrollo con bajas tasas de inoculación. De hecho, revisó a la baja en una décima su estimación para el PIB de este 2021, en comparación con su pronóstico de mayo.
El Panorama Económico Interino dado a conocer este martes por la organización aplica un fuerte recorte a lo esperado para la mayor economía del mundo. Ahora la entidad prevé que Estados Unidos crezca 6% este año, nueve décimas por debajo de lo contemplado en mayo.
El panorama para Australia sufrió un recorte aún mayor -de 1,1 puntos- y ahora se estima que su PIB crezca 4% este año, mientras que el Producto de Canadá subiría 5,4% este año, luego de una rebaja de 0,7 unidades en el último cuatrimestre.
El G20 -el grupo analizado en profundidad en este reporte interino- crecería 6,1% este año, en representación de las economías avanzadas la eurozona daría un salto de 5,3% y el Reino Unido subiría 6,7%.
La expectativa sobre China se mantuvo sin cambios, y la OCDE contempla un alza de 8,5% en 2021, mientras que Corea del Sur avanzaría 4% y Japón crecería solo 2%.
En América Latina los pronósticos mejoraron con fuerza desde el último ejercicio: el PIB de Argentina se expandiría 7,6%, el de Brasil 5,2% y el de México 6,3%. Para los dos sudamericanos la revisión al alza fue de 1,5 puntos, mientras que para el último la expectativa subió 1,3 unidades.
El próximo año el crecimiento de la economía mundial sería de 4,5%, una décima por sobre lo proyectado en mayo. El reporte precisa que un fuerte repunte en Europa -de 4,6%-, la probabilidad de apoyo fiscal adicional en EEUU -con un alza de 3,9%- y un menor ahorro de los hogares aumentarían las perspectivas de crecimiento en las economías avanzadas.
Los riesgos no se van
Los economistas de la OCDE también advierten en el informe que la inflación ha aumentado considerablemente en EEUU, Canadá, Reino Unido y algunos mercados emergentes, pero detallan que sigue siendo relativamente baja en muchas otras economías avanzadas, particularmente en Europa y Asia.
La entidad calcula que la inflación de los precios al consumidor de los países del G20 se moderaría de 4,5% al cierre de este año a 3,5% a fines de 2022, por sobre lo observado antes de la pandemia.
Los precios más altos de las materias primas y los costos de envío globales están sumando más o menos 1,5 puntos porcentual a la inflación anual de precios al consumidor del grupo. Si bien las presiones de oferta deberían desaparecer gradualmente, el crecimiento de los sueldos sigue siendo moderado y las expectativas de inflación aún están ancladas, el foro multilateral deja claro que los riesgos a corto plazo están al alza.
Una eventual demanda reprimida de los consumidores más fuerte de lo previsto o que la escasez de oferta tarde mucho en superarse son algunos de estos riesgos. El reporte también dice que es probable que se produzca un movimiento al alza duradero en la inflación desde las bajas tasas prepandemia solo si la inflación salarial se intensifica "sustancialmente" o si las expectativas de inflación se desplazan hacia arriba.
La OCDE también señala que las decisiones políticas durante la pandemia pueden estar contribuyendo a las diferencias en las presiones salariales entre países en las primeras etapas de la recuperación.
Incertidumbre para quedarse
Aunque ha bajado respecto a lo que pasaba hace un año, la organización alerta de que una "incertidumbre considerable" se mantiene. Explica que el progreso más rápido en la vacunación y una mayor reducción de los ahorros de los hogares mejorarían la demanda y reducirían el desempleo, pero también podrían elevar las presiones inflacionarias a corto plazo.
El impulso en lo inmediato se ha moderado en algunos países debido al impacto de la variante Delta y las limitaciones temporales de la oferta, pero estos factores se relajarían con el tiempo y las "deficiencias en el crecimiento" en la segunda mitad del año se compensarán con los rápidos repuntes de 2022.
La OCDE defiende que el apoyo de la política macroeconómica sigue siendo necesario, ya que las perspectivas a corto plazo siguen siendo inciertas y los mercados laborales todavía no se recuperan. "Debe evitarse una retirada prematura y abrupta del apoyo político mientras las perspectivas a corto plazo aún sean inciertas", asegura la institución.
En su escenario más optimista, los economistas estiman que el PIB mundial podría crecer más de 6,2% en 2022, lo que iría de la mano de mayores presiones al alza sobre la inflación. Si los riesgos se cumplieran, la economía global avanzaría menos de 3% el año que viene.